Translate

miércoles, 7 de julio de 2010

Después del regreso. Saldos del mundial

Perdida la chance de pasar al escalón siguiente en el mundial, aparecen comentarios en la Web interpretando, desde distintos ámbitos profesionales, las consecuencias sobre la población. Es una propuesta de interés, puede ayudar a quienes se sirvan de estos aportes y traigo lo mío, sobre lo que me ha llamado la atención. No he encontrado que se tenga en cuenta el stress presente en estas situaciones de competición. El interés de todos los participantes, equipos y público, es ganar, a eso apuntan con su pretensión, y también es participar. No más comenzar es el premio de estar entre los 32 mejores equipos del mundo.

Hans Seyle, científico austriaco, residente en Canadá, propuso el nombre de stress para la entidad clínica que describió en 1936.
Lo definió como la respuesta inespecífica del organismo frente a condiciones agradables o desagradables, con consecuencias asimismo agradables o desagradables.
Que la respuesta sea inespecífica y que sus consecuencias, sean agradables o desagradables, produzcan igual efecto, requería definiciones complementarias que brinden claridad a esta propuesta. Las definiciones accesorias de eustress y distress cobraban importancia.

Eustress, el buen stress, la respuesta a condiciones agradables, ocasiona menos daños que distress, el mal stress, la misma respuesta psicobiológica a condiciones desagradables.
Apunta a demostrar que como tomes las cosas determinará el éxito de tu adaptación a los cambios, pero que de todas maneras te dañará, aunque sea en menor grado.

Desde esa presentación de 1936, el uso del término stress se extendió y se ramificó en múltiples vías de estudio, tratamiento y comprensión.
En su generalización, todo el mundo usa la palabra stress para hablar de la presión y agobio en cualquier situación.

Pero eustress y distress no han prendido en el discurso popular. Aparecen en algún trabajo sobre el tema, en una breve referencia inicial, para señalar que se definieron en su momento y se pasa a hablar de stress, que es el nombre que permanece firme. En escasas oportunidades se va más allá. Es que al hablar de stress todos tenemos en mente el distress. No es un reduccionismo ocioso de parte del público, profesional o lego. El buen stress, el eustress, requiere otra labor. Pide un enfoque más amplio, una visión más rica.

Está a punto de atropellarte un vehículo. Funcionan tus mecanismos de stress. Alerta los sentidos, acelerado el pulso, cortisol extra en tu sangre, saltas para evitar el impacto que te dañaría.
De acuerdo a las condiciones de la definición clásica, es distress. Pero si evitaste el accidente, nadie te convencerá de que no es un buen stress, lo que se llama eustress.
Y en estos ejemplos sencillos estamos más cerca de la cuestión central planteada por Selye en 1956: el significado conque inscribimos nuestras acciones, lo que llamó “cómo lo tomes”.

En las horas previas al arribo de nuestro equipo, diversos comentarios de profesionales especializados en deporte dieron a la figura del Director Técnico de la selección, Diego Maradona, el peso de agravante –esta es la palabra que repiten- de la consecuencias sobre la población. La realidad los desmintió. Más de 10000 personas fueron a recibir a nuestra selección el domingo 4 de julio. Los canales de televisión cubrieron el acontecimiento y, al entrevistar al público, surgió que todos “hacían el aguante al Diego” en primer lugar y a toda la selección. Su deseo era que Diego siga como DT.
Esta situación inesperada obligó a juegos de cintura a los medios públicos. Algunos cambiaron y otros siguieron en su postura. El día lunes un periodista lo minimizó así,
- 10000 personas sobre 9 millones de Buenos Aires y el conurbano ¿qué porcentaje es? No representa nada.

Con semejante criterio, un número de 300 mil personas –a todas luces impresionante- tampoco sería representativo, es apenas el 3% de esa población. Los días van pasando y en las múltiples encuestas que preguntan si Diego debe continuar o no, las respuestas se ubican alrededor del 60% a favor de su continuidad.

Los programas de reducción de stress se acercan al tema con categorías insuficientes. Llaman stress a todo saldo de las acciones humanas.
No registran que puedes estar cansado, no se han enterado de que fracasas al triunfar, no saben que amarga es la gloria, no han advertido que cuanto más cerca estás de tu meta, más difícil se te hace seguir y más fácil es resignarte a conservar lo que conseguiste, diciéndote a ti mismo
- ya conseguí casi todo, ¿para qué arriesgarlo?

Párrafos en cursiva tomados de DESAFIO DE BIENESTAR Viviendo mas allá del stress.

No hay comentarios:

Publicar un comentario