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jueves, 27 de mayo de 2010

EL DÍA DE INTERNET

El 17 de mayo de 2010 es el día de Internet. Hoy por hoy, Internet es la herramienta de comunicación más poderosa del mundo. Usuarios y beneficiarios se multiplican cotidianamente y en poco más de una década ocupó el lugar central en la información.

En estos días, en los diarios, la radio y la televisión circulan noticias y opiniones sobre el uso negativo de medios de comunicación como Internet, la Web, los teléfonos celulares, medios que están al alcance de quienes hasta ahora eran espectadores, empleados para agredir, discriminando, insultando, exponiendo a otros.

En algunas de estas opiniones se compara Internet con las armas, atribuyéndole un poder destructivo semejante. Otras opiniones se deslizan hacia el uso que se hace de las cosas, transformándolas en armas. Su argumento usual es que
- un martillo es una herramienta, usado para trabajar es bueno, pero si se lo usa para dañar es malo.

Ya es un paso. En sus propuestas de solución se ha desplazado el acento desde limitar a Internet hasta limitar a los usuarios. Un paso más, lo digo pues no encontré se lo comente, es resaltar y poner en primer plano las bondades de Internet. Para ello se me hace apropiada la cuestión de las elecciones propias, de los pasos que nos definen. Poner el acento en las decisiones originales, genuinas y legítimas de cada quien.

Opinando sobre lo bueno, lo malo y el papel de cada quien, encontré apropiado un párrafo del capítulo ESPERANZA de mi libro DESAFÍO DE BIENESTAR Viviendo más allá del stress,

Enojado Zeus conque los hombres conocieran el secreto del fuego, envió a Pandora, la primera mujer, con una caja de contenido que no se debía conocer. Distintas versiones dicen que la destinó a Epimeteo, titán hermano de Prometeo, o que fue la primera mujer de la humanidad. El caso es que la curiosidad la pierde y abre la caja, escapándose todos los males. Atina a cerrarla, dejando dentro la esperanza. Otras versiones narran que guardados estaban todos los bienes.

El abuelo compartía sus reflexiones sobre el contenido de la caja...
- Si eran todos los males, ¿qué haría la esperanza compartiendo un lugar con todos los males?
- Si eran todos los bienes, ¿cuál era el horror de soltarlos? ¿para qué cerrar el cofre escondiendo a la esperanza?
Serían no más los males, entonces la esperanza sería otro mal.
O serían los bienes perdidos, entonces la esperanza sería el último bien.
Para el abuelo, Pandora era como la tomes, mujer y esperanza.
Como bien, la esperanza es el alimento de la fe que honra la vida y de la decisión para actuar en el momento oportuno.
Como mal, la esperanza es el pasaporte a la postergación perpetua, el engaño contínuo para dejar pasar, el cebo para seguir esperando indefinidamente.
A la memoria de Carlos Luis Mauricio Maisier de Chambrillon, abuelo.

Internet, como la tomemos.

SE MULTIPLICAN LOS SITIOS WEB QUE FOMENTAN EL ODIO

La Fundación Simon Wiesenthal denuncia que en unos 10.000 sitios Web se promueven el odio y la discriminación, principalmente a través de Facebook, la red social más importante, hoy por hoy.

La situación sobre la que alerta esta Fundación es que, en cuanto tienen respuesta a sus peticiones y consiguen que se den de baja a los agresores, sus ataques ya han sido copiados, replicándose en una escalada a la que adjetivan como imparable.

Noticia comentada en estos días, una niña publicó una página incitando al odio contra una condiscípula. Los directivos de la escuela a la que asisten ambas emitieron una declaración, acertada y valiosa, tanto como tener en cuenta. Cito de memoria.
Internet y sus herramientas de comunicación fueron creadas para que el hombre progrese, se perfeccione y pueda construir nuevos modos de vincularse. Con tal fin son inestimables. Pero estamos expuestos a su uso indebido. En ese sentido, lo que más lamentamos es el acceso de que disponen los niños cuando se da, en muchas ocasiones, sin compañía, guía ni contención de los adultos a su cargo.
El problema para erradicar los sitios de odio, es que se los corre de atrás. Esto es, se lanzan al ciberespacio, se los detecta, se denuncian... y pasa mucho tiempo hasta que este flagelo esté erradicado. Y esto es en el mejor de los casos. Otros encaran la diatriba con más diatriba, las difamaciones con más difamaciones, los insultos con más insultos.
La mejor propuesta que conozco para neutralizar estas negatividades es una propuesta positiva. Puntualmente, tengo en cuenta la actitud de Sigmund Freud, Sigi. Recibió muchas detracciones en su vida, mejor cabe decir, le lanzaron muchas agresiones infundamentadas, emocionales, viscerales y unas pocas críticas serias. Nunca las contestó. Sin embargo, se informaba de todas ellas. Cuando consideraba inteligente un ataque, propio de alguien que había leído su obra y tenía fundamentos para opinar, Sigi escribía un trabajo al respecto, obvia respuesta, pero sin mencionar la crítica lanzada, sino que continuaba su trabajo anterior, el que había recibido la embestida. Su obra perdura y se enseña en todas las universidades del mundo. De sus criticones heridos en su narcisismo, no tenemos recuerdo ni noticia.

DISCRIMINACION DE BELLEZA EN LA WEB

Mediados de mayo de 2010. Una noticia se difunde por radio y televisión, incluso los programas de opinión se ocupan de ella. Despierta interés en el público. Una escolar armó un sitio en Internet invitando a odiar a una condiscípula. Ambas tienen 10 años de edad.

El tema se expande, se lo presenta asociándolo a otra noticia, de enero de este año. A partir de otro sitio, en Tucumán, una usuaria convocó para atacar a una joven de 18 años, discriminándola por linda. Asaltada por varias mujeres, fue golpeada, herida y desfigurada. En su página Web había recibido amenazas. Les había dado el valor de bravuconadas que no irían más allá del universo virtual, no creyó que llegaran a concretarse.

En ambos sucesos otros usuarios de Internet les enviaron inmediatamente mensajes de aliento o formaron comunidades de apoyo.

Sorprenden los temas entrelazados. La invitación al odio hacia una niña, la discriminación de una joven por su belleza y el uso de la Web para esta finalidad.
Más allá de la efervescencia inmediata, el tema se agotó y ya no se trata en los medios públicos, está, sí, incorporado a otras formas de comunicación, foros, sitios, blogs. El ciberespacio facilita la convocatoria anónima y el ataque a quien está expuesto. Vehiculizar la discriminación se facilita.
La madre de la víctima, intentó comunicarse con un adulto responsable de la familia de la condiscípula de su hija. Ante la respuesta inesperadamente extemporánea, recurrió al INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo). Desde esta intervención se consiguió que Facebook levante este sitio de discriminación orientada a una persona.

La posibilidad de comunicación y participación, la libertad de expresión, de decir, de mostrar, que es la Web, por cierto valiosa herramienta para llevar la comunicación y compartir conocimientos a niveles sin precedentes en la historia de la humanidad, se emplea también para fomentar el odio y la discriminación. Vale preguntarse cual es su sentido. Quienquiera exponer miserias puede comenzar con las propias. No es vano esto. En las plazas públicas cercanas a las estaciones ferroviarias importantes, grupos religiosos se autoconvocan y sus feligreses confiesan sus faltas a viva voz. Luego de exponerse públicamente sienten su alivio. Pero para quien discrimina la búsqueda es distinta. En estos ejemplos de discriminación que vimos se expone, en el ciberespacio, a otro, elegido para víctima.

La discriminación es discriminación de lo diferente. Se discrimina por lindo, por feo, por flaco, por gordo, por bajo, por alto, por torpe, por inteligente, por estudioso, por indolente, por aplicado, por negligente, por enfermedad, por virtud, por ser distinto al grupo que maneja la segregación. Sin embargo, el alivio no llega para los discriminadores, ni accediendo a la virtualidad, ni concretando su ataque físico. Lo que se sabe, es que a medida que avanzan con sus exclusiones, su mundo se opaca y sus posibilidades menguan.

En cuanto a los padecimientos de las víctimas, el ataque físico a la joven tomó estado público y la niña confió sus angustias a su madre. Pero hay otras víctimas que no desahogan su pesar. N. Lukianowicz, M. D., dedicado al trabajo psicológico con niños maltratados, publicó en 1971, Battered Children, Niños maltratados. Dada su importancia, este trabajo fue citado en numerosas publicaciones ulteriores, hasta la fecha. Lukianowicz halló que durante el examen el niño maltratado es habitualmente apático, retraído, no habla, se lo ve cansado, triste y de mayor edad de la que tiene, puede presentar un aspecto desilusionado o su cara puede ser inexpresiva y exenta de emoción. A corto plazo, los efectos de los malos tratos en los niños son: síntomas de stress emocional, como enuresis y encopresis, diurnas o nocturnas, rechazo de los alimentos, vómitos, alteraciones del sueño y otros síntomas típicos, que por inusuales, que llaman la atención de los padres y adultos cercanos y sobre todo, en niños y adolescentes, son los cambios de apariencia y de conducta los que les alertan. Va aquí como guía para padres y otros interesados en la salud emocional y el bienestar de sus hijos y de otros niños y jóvenes.

Bicentenario Argentino

Doscientos años de asumir nuestro gobierno

El 25 de mayo de 1810, el Cabildo Abierto de la Ciudad de Buenos Aires declaró el gobierno de estas tierras en manos de criollos. Primer paso de la independencia de nuestro país.
En estos días los medios gráficos, la televisión y la radio se ocupan del tema. Un programa de radio de hoy se ocupo de las expectativas. El publico aprobaba o no los festejos, los gastos, inconvenientes que traía y las necesidades que satisfaría. Algunos oyentes señalaban un tema pendiente. Se había anunciado y se esperaba un gran debate sobre los argentinos, sobre quienes somos, como nos construimos para llegar a ser como somos, como sociedad, qué nos pasó para llegar hasta aquí. Este debate no se concretó, reclama y lamenta el público, hasta el dia de hoy.

En mi aporte al tema, traigo un recuerdo. Un libro, MENTALIDADES ARGENTINAS 1860-1930, de Antonio J. Pérez Amuchástegui, 1921-1983. En esta obra parte del concepto de mentalidad, herramienta de trabajo de la historia. Se repara en las mentalidades que pueblan una época, trascendiendo el estudio de la biografia de los personajes históricos que animaron un tiempo de la historia. En este libro, Antonio J. Pérez Amuchástegui, dando cuenta de nuestro ser como nación, anota cuatro mentalidades,

El gaucho,
El patrón,
El porteño,
El gringo.

Describe sus caracteres y los ilustra con personajes de nuestra historia. En esta obra podemos encontrar nuestra cultura, intereses, modismos definiciones, nuestras identidades. Numerosamente citado, una frase de Adrián Linari, en la Web, lo define
- es un libro sin desperdicio.

Siguiendo esta línea, algún día alguien estudiará otras mentalidades argentinas. De mi parte, espero que estén presentes,
Universitarios
Cinéfilos
Amantes del jazz -y que La Ribereña (Jazz Band) tenga su lugarcito (así, en diminutivo, dicho en argentino)-.
Habitantes del Gran Buenos Aires -conurbano bonaerense-
Solidarios anónimos

A lo largo de lo que he escrito hice mi participación en el tema.

Con esto basta para comenzar. Me interesa sobremanera cuanto sigue. En el comienzo de mi carrera universitaria, elegí cursar Introducción a la Historia, dictada por Antonio J. Pérez Amuchástegui. Seguí todas sus clases teóricas, algo desacostumbrado entre los alumnos, en tanto no eran obligatorias. En esa época los estudiantes de psicología éramos mayoría en la Facultad de Filosofía y Letras y el profesor había diseñado el programa de su materia atendiendo al hecho histórico. Había encontrado un objeto de estudio común en la psicología y en la historia, ubicándolo como interés para quienes tendríamos esta profesión. En lo personal, recuerdo su ánimo, su buen humor, su amor por su ciencia y su disposición a compartir sus conocimientos. Siendo generoso todo eso, había un plus para mí. El amor a los libros. Parte de los trabajos prácticos se dedicaba al aprendizaje del fichaje de libros. El profesor hablaba de sus 60,000 fichas redactadas a mano, sobre libros y material de estudio.

Buscando información biográfica sobre Antonio J. Pérez Amuchástegui en la Web, encontré un trabajo escrito por su hijo, Rodrigo Hugo Amuchástegui. Trabajo valioso y admirable. Es el mejor homenaje a este hombre.

Ciberidentidades, robos y estafas

Sábado 8 de mayo de 2010 por la tarde. Un programa de radio se dedicó al tema que llamó robo de identidades en la Web. Una figura del espectáculo aparece con su propia página. Cuenta anécdotas de su vida, chismes sobre su mundo, contesta mails de sus fans, propone encuentros a sus admiradores.
Pero nada de esto es verdadero. Alguien ha usurpado su identidad, ha inventado una realidad y contesta los mensajes que se le envían. No es un juego, las consecuencias, por ahora, son molestias a la verdadera figura, cuando los desairados piden explicaciones en persona, a la salida de la radio, del canal de televisión, de la sala teatral, o en otro lugar público. Son molestias de intensidad creciente, cada vez más gente del público se exaspera cuando reclama. Hoy por hoy, el conocimiento de informática que requiere la Web es escaso, no hay cultura de búsqueda de información, así, no sorprende que una figura tenga dieciocho páginas personales. Nadie se alerta sobre el trabajo de mantener una página propia, multiplicado por tal cantidad. Semejante dato da la pauta de que algo no anda bien, pero así están las cosas.

La pregunta es qué lleva a alguien a tomar la identidad de otro, a copiar fotos públicas y notas de los medios gráficos y de la Web, reelaborarlas, lanzarlas al ciberespacio, contestar mails y desentenderse de las consecuencias desde su anonimato. Se denuncia también un incipiente beneficio espurio, de orden económico, con estas usurpaciones.

Eso no es todo, el usurpador defrauda también a los seguidores que confían sus ilusiones y se sorprenden gratamente de la facilidad con que su figura admirada les contesta. Les dura hasta el desengaño que sufren cuando descubren la realidad.
El robo es a una persona pero la estafa es múltiple, abarca también a su público.

El punto es ese desplazamiento que va desde la admiración que exalta al seguidor hasta esa amenaza de destrucción de la realidad pública del otro, defraudación que se ubica más cerca o más lejos de concretarse.

En una época en que nada de nuestro mundo informático existía, en que el ciberespacio no se imaginaba siquiera, una ficción se adentraba en este fenómeno psíquico.

En su cuento William Wilson, de 1839, Edgar Allan Poe, 1809-1849, trata el tema del doble. Desde la pubertad hasta su muerte su doble acompaña al protagonista. Construyéndose más y más a su semejanza, irrumpe en su vida, acarreándole infortunios, provocaciones y desasosiegos, desnudando sus miserias, frenando sus latrocinios, hasta el enfrentamiento final.
En sus palabras de despedida,
- ¡Asesinándome te has dado muerte a ti mismo!
el doble expone el nudo de esta relación.

En el robo de identidades, recurrir a justificaciones como admiración, amor, identificación con la figura pública cuyo ser se asume, son insuficiente razón. Otros sentimientos los completan. El proceder se anima de temores y revanchas, codicias y avaricias. El amor aludido es escaso en proporción al daño que se causa.

Aquí dimos un primer paso. Ciberidentidades robadas y estafas cometidas en su nombre dan para más hablar. William Wilson, escrito hace 171 años, acercó otras claves.