Falleció ayer Eduardo Carlos Ferro, humorista, dibujante y guionista. Nacido en 1917 en Avellaneda, sus restos son velados en Don Bosco, partido de Quilmes.
Fue un pilar en la revista Patoruzú, a la que acompañó por décadas. En 1989 fue distinguido en mérito a su trayectoria con el prestigioso Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos. Derivada de este premio, en 2008 se presentó la muestra Ferro: 70 años de puro humor, en el Centro Cultural de España en Buenos Aires.
Con 16 años comenzó su carrera en la revista El Purrete del diario The Buenos Aires Herald y poco después creó las historietas de Don Pitazo y Aserrín y Pan Rallado para la revista La Cancha.
En 1937 ingresó a las revistas Patoruzú y Patoruzito, presentando los personajes que lo hicieron más famoso, como Langostino, Cara de Angel, Pandora, Bólido y muchos otros y las tiras Pampa Bárbara y Tara Service al tiempo que publicaba al buzo Chapaleo en La Razón. Dibujó para Patoruzú hasta su cierre, en 1976 y luego continuó en los Libros de Oro de la colección.
Generaciones de argentinos seguimos sus historietas y forman parte de nuestra cultura.
Ferro participó en Upa en apuros, primer dibujo animado para cine hecho en Argentina. A partir de la década del 80 enseñó humor gráfico en la escuela de dibujo de Carlos Garaycochea.
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