Estudio argentino previene contra las cefaleas en niños y preadolescentes
El aumento de casos de dolor de cabeza en niños y preadolescentes preocupa a los especialistas ya que existe una correspondencia con la suba de otros malestares físicos y psiquiátricos que normalmente se darán en su vida adulta. Apuntan contra hábitos de sueño y mala alimentación, inadecuados, que se suman a stress y abusos en la automedicación, inducida por adultos a cargo.
De acuerdo a un trabajo elaborado por la Dra. Noemí Tinetti, coordinadora General del Área de Diagnóstico y Tratamiento de Cefaleas Infanto Juveniles del Centro Médico del Sol y miembro de la Asociación Argentina de Cefaleas, las cefaleas en la infancia tienen una alta frecuencia de aparición dado que es un síntoma que acompaña a un amplio espectro de patologías. En este contexto hizo mención a aquellas cefaleas que se presentan junto a un proceso infeccioso simple de vías respiratorias hasta aquellas consideradas graves como las que acompañan a un tumor cerebral.
Sin embargo, para la Dra. Tinetti "en un punto intermedio se encuentran las cefaleas primarias, siendo la migraña y la cefalea tipo tensión las más prevalentes en los niños, dolencias aun subdiagnosticadas y subtratadas".
Un estudio realizado en Estados Unidos sobre 27.000 casos reveló que entre 37 y 51% de los niños de 7 años había presentado episodios de significativa cefalea, en tanto que a los 15 años, ese porcentaje había aumentado al rango de 57 a 82%.
La Dra. Tinetti también explicó la sintomatología de las cefaleas y describió que "en los menores de 6 años suelen predominar los síntomas gastrointestinales, y podemos encontrar cuadros de intensos vómitos, que en ocasiones puede llevar al niño a un estado de deshidratación".
También dijo que en otros pacientes pueden darse episodios de importante dolor abdominal y llanto o la presencia de vértigos que se acompañan de vómitos y miedo.
"Todos ellos exigen descartar previamente otras patologías para recién entonces pensar en que el pequeño sufre migraña", agregó la Dra. Tinetti.
De acuerdo con su estudio, entre los 6 años y el inicio de la pubertad suele ser difícil hacer un diagnóstico diferencial entre migraña y cefalea tipo tensión, ya que las características son muy similares en este grupo etario.
En estos casos, el dolor de cabeza es frecuentemente bilateral, opresivo, acompañándo con fotofobia (molestia a la luz) y sonofobia (molestia al sonido) y vómitos, de duración breve, comúnmente menos de una hora.
"Si la intensidad es severa pensaremos en una migraña -advirtió la especialista-, pero si es leve o moderada podríamos estar frente a una cefalea tipo tensión".
A partir de la pubertad las características clínicas son, en forma progresiva, cada vez más semejantes a los cuadros que presentan los adultos con dolor de un solo lado de la cabeza, pulsátil (que late), severo, con duración mayor a 2 horas, sonofobia y fotofobia, aumento de la intensidad del dolor con los movimientos y náuseas y/o vómitos.
Entre los factores desencadenantes del dolor de cabeza en niños, los más frecuentes son los malos o inadecuados hábitos de sueño y de alimentación y el stress, el cual puede ser generado por exigencias académicas o por dificultades familiares, por desorganización de las actividades y también por la realización de deportes competitivos.
Pero por otra parte, los padres no deben administrar analgésicos a sus hijos sin mediar la indicación de un especialista, ya que la automedicación suele derivar en abuso de fármacos, lo que a su vez exacerba las cefaleas.
Reseñado de 26noticias.com
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