Crónica pregunta cómo llegan al placer si el punto G no existe
Crónica comenta una nueva investigación conducida por científicos de la Universidad de Yale, Estados Unidos, no halló evidencia "consistente" –un término científico y estadístico- de que esta zona exista, pero no llegan a descartar totalmente que sea real.Como señalan los investigadores en Journal of Sexual Medicine, Revista de Medicina Sexual, podría deberse a que no se han llevado a cabo estudios más precisos en búsqueda de esta elusiva zona erógena femenina.
El cuerpo no es todo. En TUS ZONAS ERÓGENAS Habitando cuerpos he hablado de localizaciones anatómicas, cargas afectivas, historias personales y argumentos de pareja. Las zonas erógenas se construyen, cobran sentidos y los pierden, evolucionan, varían su importancia y preponderancia en distintas secuencias amatorias y fluctúan de persona en persona, de pareja en pareja, a lo largo de la vida.
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