CRISIS MATRIMONIALES: PILOTEAR LA TORMENTA SIN PERDERSE EN EL INTENTO

De CONSTRUCCIÓN DEL AMOR Acerca de relaciones duraderas

Son las antípodas del destino actual, tejer una relación para asesinar psíquicamente al otro, jibarizarlo, reducir su entendedera a una sola perplejidad, anulándole el futuro, la cosa es seguir por cuenta propia, dejando el tendal de incrédulos, seguir con más recursos, obtenidos no incumbe con cuales artes, no cuenta con cuanta mala fe se obtengan esos aportes ajenos, no importa la rapiña desdorosa, se asevera que estos abusos no sobresaltarán a las huellas canallescas que se siembran. En el mundo del anonimato en exposición, con un poco de tiempo y de repetición de verdades parciales, todo se diluye en un mar de indiferencia. Todos condenables pero nadie purga sus mancillas.
Jean Francois Lyotard, filósofo francés contemporáneo, fallecido en 1998, estudioso de la posmodernidad, la describe como el escalón en que cada hombre siente alejarse más y más de incidir con sus acciones en el curso de la historia en el tiempo que le toca vivir, en que el hombre experimenta la sensación de que los acontecimientos se han independizado de sus acciones y que es de poco peso lo que cada quien resuelve.
Todo un desafío. Pasar por la vida con existencia, amor, deseos, intereses, elecciones, todos dibujados por las condiciones externas. O no. Pasar por la vida eligiendo la empresa mayúscula de hacerla propia, de expresarla genuinamente, brotando lo que de originalidad portamos, legitimando cuanto decidimos.