26 de Agosto de 2010. Un auto atropelló a un peatón en Avenida Del Libertador y Dorrego, barrio de Palermo, en Buenos Aires. En los noticieros de TV se pasa el video de esta secuencia y por Internet se lo repite.
El hombre bajó a la calzada aparentemente sin percatarse de los autos que venían y fue embestido. El accidente ocurrió alrededor de las 8 de esta mañana, momento en que el transeúnte fue embestido al intentar cruzar la Avenida Del Libertador.
Las imágenes tomadas por una cámara muestran el momento en que el hombre fue arrojado varios metros adelante a consecuencia del impacto y cayó sobre el asfalto donde quedó a merced de otros vehículos que circulaban por la avenida y debieron esquivarlo.
Se informó que pese a la violencia del impacto, el peatón no sufrió heridas de consideración y que al llegar a la guardia del hospital estaba lúcido y hablaba con el personal de la guardia.
En cuanto a los comentarios periodísticos sobre esta noticia, apuntan a repartir culpas. Algunos hacen hincapié en que el semáforo estaba en rojo para el caminante, otros apuntan a la falta de solidaridad de los automovilistas, que no detuvieron su marcha para ayudar al accidentado.
Vi de modo diferente al video, y aquí estoy. El hombre había cruzado el primer tramo, hasta el descanso peatonal que existe en medio de esa avenida y se había detenido, aparentemente sin tiempo para cruzar el tramo restante, esperando el próximo corte favorable del semáforo. En un momento hace un gesto con la mano, como acercándose el celular para oír mejor y sin percatarse de los autos que venían, bajó a la calzada y fue embestido. Luego, en el video, aparece un auto detenido apuntado a la isla peatonal y un patrullero policial cerrando el tránsito para proteger al caído, hasta que llegue la ambulancia. Para mí es señal de que algún conductor llamó informando y pidiendo auxilio.
En cuanto a la falta de solidaridad, cabe considerar que, a la velocidad que iban los automovilistas, de detenerse hubieran provocado más accidentes. Y se sabe que por costumbre se condena a quien está al lado del caído,
- puede ser el agresor,
se sospecha taxativamente.
¿Cómo cambiar estas pautas culturales?
Los mismos cronistas nos dan un aporte, aunque no lo conecten. En otra secuencia de uno de estos noticieros, muestran a un gatito tirando zarpazos a un Rottweiler, que le responde aprisionando su zarpa en la boca. Aquí hablan del gato loco atacando a un perro temible.
Lo que yo vi, son dos animales domésticos y convivientes - el video está tomado en el interior de una casa, sobre unos sillones-, que juegan a crecer, dosificando sus defensas.
Entonces digo, tal vez con otras pautas, con otra educación, con otros juegos, tendremos un margen más amplio para auxiliar al necesitado, porque mientras se mantenga el castigo por sospechados, no habrá muchos voluntarios para dar socorro.
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