Día del Niño

Domingo 8 de agosto de 2010, en Argentina se celebra el Día del niño. Es ocasión para responder la pregunta de una mujer interesada en el tema,
- ¿Cómo es que los años nos quitan la visión crítica del mundo que tuvimos en la niñez?

Durante todo el fin de semana se cubrieron notas sobre distintos actos con que se celebraba el Día del Niño. En Aeroparque muchos niños tenían su vuelo de bautismo. Y aquí viene una respuesta para la pregunta enunciada. El notero que cubría el evento preguntaba a cada niño si tenía miedo –de volar-, los niños decían que no, sonrientes y valientes, iban a subir a un avión por primera vez en sus cortas vidas, y el inquisidor no cejaba, insistiendo con su pregunta a cada niño. Como se ve, no era un experto en relaciones públicas. Nombraba el temor antes de que emprendan su vuelo. Siguió en su escalada. Cuando volvieron los niños cumplida su experiencia aérea inaugural, repetía su pregunta, pero ya no redundaba. Ante el no -no tenían miedo- repreguntaba si le mentían. Así que tampoco era un diplomático el reportero. Y cuando ensayó una variación, preguntando si el avión era del tamaño que habían imaginado, los niños le contestaron de a uno, que no, que era más grande, hasta que a uno de ellos se le ocurrió decir que era de menor tamaño. El notero no tuvo mejor propuesta que discutirle la expectativa y la percepción. Cero en psicología para el periodista. El niño, atinado, reflexionó que con todo lo que dijeron de lo grande que era ese avión, lo imaginó muy grande, más de lo que lo encontró. Ahí el notero, desconcertado, pero sin amilanarse, se metió a discutir la credulidad del niño,
–si vas a creer todo lo que te dicen…
y de paso desmereció sus entendederas,
–ya sos grandecito.
Todo un fracaso en puericultura el hombre del micrófono.

Ánimo, mientras nuestros niños no se rindan tenemos esperanzas de un mundo mejor. Michael Sayman, de 13 años, que vive en Miami y diseñó una aplicación del juego Club Penguin, ganó 50 mil dólares con este desarrollo tecnológico. Dio una explicación, y más que regalar una razón, abrió puertas para los niños de todas las edades, de 0 hasta 100 años. Dijo que no hizo ningún curso, en la Web encontró todo lo que necesitaba aprender.

Finalicé los libros que he escrito con un epílogo. En estos temas de mi especialidad me refiero al saber que he vivido y lo redondeo acabadamente con tal desenlace reflexivo. En DESAFÍO DE BIENESTAR Viviendo más allá del stress concluyo
- ... para quien quiera tomarlos, dejó una bandera: no bajar los brazos, y marcó un rumbo: cuidar a quienes amamos. Francisco tenía cinco años. Nunca mejor dicho, el niño es el padre del hombre.