El síndrome de enclaustramiento
Por Sebastián Ameriso Neurólogo (Fleni), publicado en Clarín 13/08/12
La
nota es clara y la presentamos ampliando la información sobre la recuperación
de Richard Marsh, intención con la cual fue publicada.
El síndrome de
cautiverio o enclaustramiento puede ser una consecuencia de un ACV o una
secuela de tumores, infecciones, procesos inflamatorios y traumatismos por
accidentes de autos o heridas de balas. Se desarrolla a partir de una lesión en
una zona del tronco cerebral, que afecta las vías motoras por debajo de los
ojos. El paciente está completamente lúcido, puede pensar, escucha, percibe la
sensibilidad, pero no puede mover nada, salvo los ojos. Se puede confundir con
un estado vegetativo en el que el paciente tiene los ojos abiertos pero perdió
su conexión con el mundo exterior y no tiene conciencia. Muchos pacientes
mejoran, como pasó con Richard Marsh, que vive en California. Recuperan algún
tipo de movimiento con la rehabilitación. También se los entrena para que se
comuniquen con los ojos. La recuperación depende de la causa del síndrome, de
la extensión de la lesión y de las estrategias de rehabilitación adecuadas.
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