DESAFÍO DE BIENESTAR
Riesgos de salud en las fiestas de fin de año
Clarinonline publicó ayer
una nota sobre el aumento de daños a la salud en las fiestas de fin de año. Concluye
invitando a la prevención.
A continuación, una
reseña
Días de riesgo: Choques, infartos e incendios, la
contracara de las Fiestas por Mariana Israel
En
estos días, y sobre todo las noches del 24 y 31, aumentan los infartos, ACV,
accidentes viales y quemaduras y siniestros por pirotecnia. Diferentes
especialistas dan claves para tomar recaudos.
El
estrés, en su pico más alto a esta altura del año, es uno de los principales
peligros durante las fiestas. El doctor Alberto Alves de Lima, director de
Docencia e Investigación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, asegura
que en esta época aumentan los casos de infarto y de accidente cerebrovascular,
sobre todo por inestabilidad emocional.
“Para muchas personas este es un
momento de reflexión. Recuerdan a los que no están, a los que querrían que
estuvieran, o no quieren estar con los que están”, explica, y agrega que mucha
gente sufre de soledad, hecho que potencia, a veces, el desequilibrio.
Si bien
no hay cifras oficiales, los cardiólogos se guían por un estudio clásico de
2004, publicado en la revista Circulation, que halló que la
cantidad de infartos en las últimas dos semanas del año crece un 5% con
respecto a una época normal.
Los
excesos de alcohol y de comida, más el calor, tampoco ayudan. “Comemos
alimentos que no son apropiados para esta estación, cenas de 3.000 calorías y
altas en grasas. Esto repercute en quienes tienen más predisposición a sufrir
un evento cardiovascular”, sostiene Alves de Lima. De hecho, las intoxicaciones
por comidas son una de las primeras causas de consulta en el Servicio de
Emergencias del Hospital Universitario Austral. “Vienen con dolores abdominales
por ingesta excesiva”, cuenta el doctor Gastón Oliva, coordinador de
Emergencias.
Muchos
deciden callarse ante los síntomas de malestar, para no interrumpir el festejo.
“Postergan la consulta o deciden ir más tarde; esto también es un riesgo”,
señala Alves de Lima. Un estudio hecho en Estados Unidos en el 2008, demostró
que los cuatro días después de Navidad las consultas por insuficiencia cardíaca
aumentan el 33%. “Muchas veces, consultan el 26 de diciembre por cosas que les
pasaron el 24 o el 25”, asegura el médico del ICBA.
Tan
estresantes son las fiestas, que “ansiedad” es el diagnóstico más frecuente
entre las personas que llaman a la empresa de emergencias Vittal en Navidad y
Año Nuevo. Los motivos que siguen en este ranking son náuseas y vómitos, dolor
abdominal inespecífico, y cólico biliar o intestinal.
Las
lesiones por pirotecnia comparten el podio de los riesgos de las fiestas. En el
2011, en la provincia de Buenos Aires, el 70% de las consultas en centros de
salud correspondieron a quemaduras y lesiones oculares por corchazos.
Otra de
las consecuencias de los fuegos artificiales son los incendios, especialmente
en zonas rurales. Desde el Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios confirman
que durante las fiestas crecen los casos. “En las noches del 24 y del 31
tenemos mucho trabajo. Si lo comparamos con meses anteriores o con días
normales, los incidentes se duplican”, señala Vanina Lozano, ayudante mayor de
los bomberos voluntarios de Ingeniero Maschwitz.
“Tenemos accidentes por
pirotecnia, niños y gente quemada, incendios en pastizales, viviendas,
quinchos, techos, árboles, ligustrinas y otros”, enumera.
Los
choques son otra contracara dramática –y tristemente clásica– de las fiestas.
El doctor Alberto Silveira, presidente de la Asociación Civil Luchemos por la
Vida, asegura que hay un “incremento notable” de los incidentes de
tránsito. ¿Los motivos? El alcohol, principalmente, pero también el sueño y el
hecho de que haya más automóviles circulando por la ciudad. Afirma que el pico
de choques se produce entre la 1:30 y las 6:00: “Después del brindis todos
empiezan a volver, y para las 3 ó 4 de la mañana se conjugan el cansancio, todo
lo que comieron y todo lo que bebieron”.
Los
riesgos son muchos y siempre los mismos, pero no está de más repasarlos para no
olvidar. Esperemos que esta vez, la conciencia le gane a la imprudencia.