Recientemente hemos comenzado a publicar esta sección, HACIA UN PROTOCOLO PARA VICTIMAS DE ABUSOS.
Frente a
abusos de todo tipo, la gente no tiene mayores recursos para protegerse. Abusos
verbales, emocionales, físicos, sexuales, laborales. Si no sabes cuándo es stress
postraumático o stress traumático, si se trata de abuso, mala fe, seducción
perversa o violación, si se educa con golpes o no, si es acoso laboral o
definir el rol de tareas, si es tristeza, duelo o depresión, si te plantean la
duda entre lo que es legal y lo que es humanamente posible, estás en situación
de desamparo.
Cuando no
sabes qué decir ni qué hacer, cuando no puedes cortar una situación que te daña,
o no sabes cómo hacerlo, cuando no sabes si contar o no contar, ni a quién, ni sabes
bajo qué circunstancias confiarte a alguien que te escuche, cuando crees que
semejante tragedia terminará sola, por su cuenta, estás en situación de desvalimiento.
Si crees que
es tu culpa el desasosiego del atardecer o la inquietud que te lanza al insomnio,
mejor te dedicas a aprender a quererte.
No hay
protocolos para que las víctimas aprendan a protegerse. Esta
sección, HACIA
UN PROTOCOLO PARA VICTIMAS DE ABUSOS, es un esfuerzo en el sentido de responder a esa
necesidad.
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