Enlace y reseña de la nota publicada en La Nación
Un parto, una luz de vida entre tanto drama
Una joven quedó varada cuando iba a la clínica; su hija nació en la ruta
Faltaban diez días para la fecha prevista de parto, pero el alumbramiento se adelantó. La madre, Mariana, de 18 años, debió salir de apuro desde su casa en González Catán hacia al hospital Argerich.
La joven, con fuertes contracciones, era trasladada de urgencia por su madre en un rodado que circulaba por la autopista Dellepiane; cuando el tránsito estaba completamente detenido por el accidente, rompió bolsa. Al llegar al peaje de la mano a Capital, la familia no dudó. Detuvieron el vehículo, abrieron la puerta trasera y comenzaron a pedir ayuda.
Bomberos y policías que se encontraban en el lugar por el letal accidente montaron una especie de sala de parto. Hasta ese momento, Horacio, que se encontraba trabajando, se sentía tranquilo: no imaginaba que era su pareja la que estaba por dar a luz.
"Pero vi al tío de mi novia y el nombre de la beba, que fue el que yo elegí, y ya no podía ser casualidad", dijo el joven padre, entre sonrisas, en la puerta del hospital Piñero, donde quedaron internadas para un control su mujer, madre primeriza, y la recién nacida. El parto íntimo que había deseado la pareja -llevan unos tres años y medio juntos- quedó en la nada. Al contrario, decenas de medios se hicieron eco de la feliz noticia.
Del parto participaron directamente un bombero y dos empleadas de AUSA, inesperadas e improvisadas parteras. Vanina, una de las trabajadoras que colaboraron, dijo al canal de noticias TN que ayudó a la chica empujando la panza para abajo, para que saliera la beba. "Yo le decía: «Un poco más, mamá, está tu hijo ahí»", relató.
Gracias a toda la ayuda, Delfina nació bien, y tanto ella como su madre fueron trasladadas en forma inmediata al hospital Piñero.
El nacimiento de la beba, totalmente inesperado, alivianó, al menos por un rato, el desconsuelo que se vivía a metros del peaje Dellepiane. Ivana, la otra empleada que ayudó en el parto, dijo a la prensa: "Imaginate lo que es ver morir a dos compañeros y poco tiempo después ver nacer una vida delante tuyo en el mismo lugar. No era día laborable para mí, pero vine y pasó todo esto. No dudé en asistir a la chica, aunque nadie nos dio indicaciones sobre cómo hacerlo. Simplemente saqué a la beba que venía de nalga, vi que estaba bien, le limpié la carita y me fui"..
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