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martes, 5 de noviembre de 2013

Prevención: cuando curar, enferma





DESAFÍO DE BIENESTAR





Enlace y reseña de la nota publicada en Crónica
 




María Della Rodolfa, la responsable de "Salud sin daño".

María Della Rodolfa, la responsable de "Salud sin daño".

Suena contradictorio pero muchas veces la medicina está lejos de sanar. Es por eso que la doctora María Della Rodolfa lucha por cuidar la salud con métodos no contaminantes y por la protección ambiental. Leé lo que le dijo a Crónica Salud.

Por Luciano Bugner
lbugner@cronica.com.ar

Lejos de curar, muchas veces la medicina enferma. Es verdad. La frase suena confusa y contradictoria, pero es así. Y esto sucede porque los aparatos tecnológicos a los que estamos expuestos a la hora de visitar a un profesional contribuyen a generar exposiciones peligrosas que pueden derivar en enfermedades terminales. El mejor ejemplo es el mercurio, sustancia tóxica que se encuentra dentro de los termómetros y tensiómetros. Para evitar estos problemas se creó la coalición Salud sin Daño, cuya responsable de los programas para América Latina, la doctora María Della Rodolfa, dialogó con Crónica Salud en un mano a mano.
Estados Unidos. Año 1994. Las miradas estaban puestas en el Mundial de Fútbol. Todo era alegría en el gobierno de Bill Clinton. Sin embargo hubo quienes dejaron de lado el deporte y, en medio de la algarabía, comenzaron a estudiar los hospitales. Es así como la Agencia de Protección Ambiental emitió un informe que subrayaba que la incineración de los residuos médicos producía, entre otras cosas, dioxinas (compuestos químicos contaminantes para el ambiente). ¿Qué es esto? Fácil. Al tener elevada toxicidad, pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo; afectar el sistema inmunitario; interferir con hormonas, y de ese modo causar cáncer. Esto dejó en evidencia que había que hacer algo con la salud.
“Así nacimos”, es lo primero que relata Della Rodolfa (M.N. 56.226). Esta ocupación y preocupación que se engendró en el país norteamericano llegó a Argentina en 2003. “La regional oficial está en la Ciudad de Buenos Aires. Contamos con referentes de la campaña en Chile, Perú, Costa Rica y Brasil, donde existen hospitales saludables. Además hay personas trabajando individualmente en otros lugares, como Colombia, Ecuador y México”, siguió.
Objetivo primordial
La función principal que tiene la asociación es –como bien dice en su sitio web– transformar mundialmente el cuidado de la salud sin comprometer la ciudad donde vive el paciente, para que sea ecológicamente sustentable y deje de ser una fuente de daño para las personas y el ambiente. “Determinados insumos, como por ejemplo los termómetros y tensiómetros, se rompen y contribuyen a la contaminación ambiental. Y para esto proponemos otras alternativas”, siguió la doctora, que insistió en el uso de los instrumentos digitales o infrarrojos. Para llevar conciencia al mundo médico, Salud sin Daño necesita de la ayuda de los profesionales, ya que ellos son quienes están día a día con los pacientes. “Nosotros difundimos la necesidad del cambio. Por suerte, los treinta y tres hospitales de Capital Federal no compran materiales con mercurio. Ese fue un acuerdo que tuvimos”, dice María Della Rodolfa con cierto orgullo.

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