Leonardo
Favio, 1938-2012, gracias por tanto
Falleció Leonardo Favio, actor, guionista,
director y cantautor. Creativo infatigable, su obra poblada de éxitos prendió
en el público, y somos muchos los que nos incluimos.
Programas de radio y TV, la web y las redes
sociales comentan la noticia y repasan su vida. Abunda la información. Sistematizarla
estaría bueno, y en estos momentos siento que lo mejor a aportar cada uno, son
recuerdos personales: el nieto de Braceras, en Avellaneda, Aniceto, Francisca y
el gallo, Juan Moreira y Segundo, ¿quién sabe quién traicionará?
Aquí parte de su obra, que evoco
espontáneamente al escribir estas líneas. Toda obra cierra en cada espectador,
y lo que nombro hoy, lo viví.
Su actuación en Fin de fiesta,
1960,
Actor, guionista (compartió con Jorge Zuhair Jury)
y director en Crónica de
un niño solo, 1964
Y tantas otras compartiendo sus ganas de
vivir,
El romance del Aniceto y la Francisca, Este
es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la
tristeza y unas pocas cosas más..., 1966, relanzada en 2007 como ballet cinematográfico
con Hernán Piquin
A su estreno, en 1967, fuimos un grupo de estudiantes universitarios.
Fue la primera de su filmografía que vimos con Cristina.
El dependiente,
1969
Juan Moreira,
1973
Nazareno
Cruz y el Lobo, 1975
Gatica, "el
mono", 1993
Y sus canciones,
Fuiste mía un
verano, 1969
Simplemente
una rosa, 1971
Yo la recuerdo
ahora, 1971
Al estrenarse en Argentina Las cosas del querer, 2da parte, una cronista, desprevenida –por decir algo- aclara sin que nadie lo pida que se refiere a Miguel de Molina, el artista homosexual que se refugió en Argentina, luego del fin de la República Española. Leonardo Favio respondió de inmediato en una nota que envió a los medios, valorando la memoria de su maestro y las clases de teatro, educadas y respetuosas en las que participaba junto con otros estudiantes. Reparar la imagen de alguien olvidado y traído desde el silencio en semejante ocasión, no hay muchos que lo hagan.
Durante la última dictadura, fue escasa su
obra pública, incluso su cinta Soñar, soñar, de
1976, fue retirada pronto de cartelera. En esos años, para ganarse la vida, tocaba
el piano y cantaba en un café de la Avenida Corrientes, cerca de Rodríguez
Peña. Y en esa época vendió, muy baratos, los derechos de Juan Moreira,
contó en un reportaje durante la democracia de estos años.
Muchos comentarios en los medios a raíz de su
muerte, hoy mismo, señalan su manejo de la cámara para crear las escenas que lo
caracterizaron. Mi pequeña memoria es que Leonardo Favio leía las revistas de
historietas, D´Artagnan, El Tony, Fantasía, muy populares
en Argentina. Alguien, desaprobando, algo tenía que decirle, y le preguntó cómo
es que leía ese género. Le contestó que estudiaba esos encuadres, de
originalidad única.
Como cerró su nota por Miguel de Molina,
-
Gracias,
maestro.
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