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según la ONU
El cambio climático genera millones de desplazados y requiere de leyes migratorias como las de Argentina
El
cambio climático genera millones de desplazamientos de personas
vulnerables en el mundo, sobre todo a nivel interno, pero también
provoca traslados transfronterizos por lo que se necesitan leyes como la
de Argentina que considera la migración forzada por desastres
naturales, indicó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
Refugiados (Acnur).
"Hasta la fecha, la imagen del cambio climático son un par de osos
polares encima de un iceberg a la deriva. Olvidamos que los más
afectados son millones de personas que se ven obligados a abandonar sus
hogares", dijo José Riera, asesor especial del organismo, en un
encuentro en Ginebra (Suiza) del que participan 195 países y que tiene
el objetivo de elaborar un acuerdo global de lucha contra el cambio
climático.
Según los cálculos del Centro para el Monitoreo de Desplazamiento Interno, desde 1970 se duplicó el número de desplazados internos forzados a abandonar sus hogares como consecuencia de desastres producidos por el cambio climático.
"Es muy difícil decir cuántos desplazamientos son causados directamente por el fenómeno, pero sí podemos decir con certeza que en 2013, 22 millones de personas fueron desplazadas por desastres ocurridos en 119 países, muchos de ellos provocados inicialmente por cuestiones meteorológicas", afirmó Alfredo Zamudio, director de la organización.
El oficial legal asociado de ACNUR en Argentina, Juan Pablo Terminiello, diferenció dos procesos por los que el cambio climático produce que las personas abandonen sus hogares: “Por un lado hay uno lento, como pueden ser las desertificaciones o la afectación de barreras de corales que obligan al desplazamiento porque afectan los ecosistemas y los modos de subsistencia de las personas”.
“Y hay otro proceso, que es más fácil de visibilizar, que ocurre al afectar la regularidad y la intensidad de ciertos desastres naturales como las inundaciones, los tifones y huracanes que tienen un impacto muy directo en los desplazamientos”, completó en diálogo con Télam.
“Esos desastres naturales tienen efectos sobre la seguridad y el acceso a los Derechos Humanos. Afecta la posibilidad de acceso al agua, las formas de vida, la salud y genera riesgos inmediatos para la seguridad física”, manifestó.
Terminiello indicó que “por una cuestión de accesibilidad” la mayor parte de los desplazamientos por desastres naturales se hacen de forma interna, esto es sin abandonar los propios países, por lo que no pierden sus estatus de ciudadano.
Sin embargo, ante el aumento de los efectos más visibles del cambio climático, ACNUR alertó que hay un crecimiento de traslados transfronterizos y ahí está “el desafío más grande porque no hay un marco regulatorio específico”.
En efecto, el régimen internacional de protección de refugiados, que rige a partir de la Segunda Guerra Mundial, cubre situaciones de movimientos forzados como consecuencia de la persecución política, religiosa o por conflictos armados y violación de Derechos Humanos.
“El desplazamiento como consecuencia del cambio climático no está cubierto en la convención pero tampoco son migrantes en el sentido más común de la palabra, hay un elemento forzado como consecuencia del impacto de un desastre natural en su condición de subsistencia. Hay un vacío legal que no está cubierto”, reafirmó Terminiello.
Ante esta situación, ACNUR instó a sus Estados miembro que “reconozcan el problema y que incluyan el aspecto de la movilidad humana como una de las consecuencias más claras del cambio climático".
En ese sentido Argentina es uno de los pocos países que da respuestas a ese “vacío legal” y la reglamentación de la Ley de Migraciones 25.871, decretada en 2010, establece en su punto 3 que “se tendrá en cuenta la situación de aquellas personas que, a pesar de no requerir protección internacional, transitoriamente no pueden retornar a sus países de origen debido a las consecuencias generadas por desastres naturales”.
“Argentina tiene disposiciones migratorias que apuntan a entender esta situación de personas que se desplazan por el cambio climático, un avance en relación a otros países que no tienen estas herramientas con la que cuentan los Estados para dar una respuesta a personas que no entran en la categoría estricta de refugiados”, indicó el representante local de ACNUR.
“Argentina es Estado parte de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su protocolo de 1967 y tiene una ley de protección a refugiados con estándares muy altos, que respeta al derecho internacional”, concluyó Terminiello, quien especificó que en el país residen unos 3.500 refugiados de 40 naciones.
Según los cálculos del Centro para el Monitoreo de Desplazamiento Interno, desde 1970 se duplicó el número de desplazados internos forzados a abandonar sus hogares como consecuencia de desastres producidos por el cambio climático.
"Es muy difícil decir cuántos desplazamientos son causados directamente por el fenómeno, pero sí podemos decir con certeza que en 2013, 22 millones de personas fueron desplazadas por desastres ocurridos en 119 países, muchos de ellos provocados inicialmente por cuestiones meteorológicas", afirmó Alfredo Zamudio, director de la organización.
El oficial legal asociado de ACNUR en Argentina, Juan Pablo Terminiello, diferenció dos procesos por los que el cambio climático produce que las personas abandonen sus hogares: “Por un lado hay uno lento, como pueden ser las desertificaciones o la afectación de barreras de corales que obligan al desplazamiento porque afectan los ecosistemas y los modos de subsistencia de las personas”.
“Y hay otro proceso, que es más fácil de visibilizar, que ocurre al afectar la regularidad y la intensidad de ciertos desastres naturales como las inundaciones, los tifones y huracanes que tienen un impacto muy directo en los desplazamientos”, completó en diálogo con Télam.
“Esos desastres naturales tienen efectos sobre la seguridad y el acceso a los Derechos Humanos. Afecta la posibilidad de acceso al agua, las formas de vida, la salud y genera riesgos inmediatos para la seguridad física”, manifestó.
Terminiello indicó que “por una cuestión de accesibilidad” la mayor parte de los desplazamientos por desastres naturales se hacen de forma interna, esto es sin abandonar los propios países, por lo que no pierden sus estatus de ciudadano.
Sin embargo, ante el aumento de los efectos más visibles del cambio climático, ACNUR alertó que hay un crecimiento de traslados transfronterizos y ahí está “el desafío más grande porque no hay un marco regulatorio específico”.
En efecto, el régimen internacional de protección de refugiados, que rige a partir de la Segunda Guerra Mundial, cubre situaciones de movimientos forzados como consecuencia de la persecución política, religiosa o por conflictos armados y violación de Derechos Humanos.
“El desplazamiento como consecuencia del cambio climático no está cubierto en la convención pero tampoco son migrantes en el sentido más común de la palabra, hay un elemento forzado como consecuencia del impacto de un desastre natural en su condición de subsistencia. Hay un vacío legal que no está cubierto”, reafirmó Terminiello.
Ante esta situación, ACNUR instó a sus Estados miembro que “reconozcan el problema y que incluyan el aspecto de la movilidad humana como una de las consecuencias más claras del cambio climático".
En ese sentido Argentina es uno de los pocos países que da respuestas a ese “vacío legal” y la reglamentación de la Ley de Migraciones 25.871, decretada en 2010, establece en su punto 3 que “se tendrá en cuenta la situación de aquellas personas que, a pesar de no requerir protección internacional, transitoriamente no pueden retornar a sus países de origen debido a las consecuencias generadas por desastres naturales”.
“Argentina tiene disposiciones migratorias que apuntan a entender esta situación de personas que se desplazan por el cambio climático, un avance en relación a otros países que no tienen estas herramientas con la que cuentan los Estados para dar una respuesta a personas que no entran en la categoría estricta de refugiados”, indicó el representante local de ACNUR.
“Argentina es Estado parte de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su protocolo de 1967 y tiene una ley de protección a refugiados con estándares muy altos, que respeta al derecho internacional”, concluyó Terminiello, quien especificó que en el país residen unos 3.500 refugiados de 40 naciones.
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