La pregunta acerca del color de un vestido se viralizó en la
web, tanta gente quería opinar. No creo que el tema fuera superficial, remitía
a hablar de la propia y exclusiva percepción de una realidad.
Un pequeño aporte fue traer a colación la unicidad del ojo
del observador. El tema de la imagen lo acoplamos subrepticiamente, citando a
quienes recurrían al fotocolorímetro. Para el remate trajimos el poema de
Borges, que nos habla de tres tigres.
Nuestros tres vestidos, la imagen, la pregunta y ese vestido
que está a la venta.
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