Inundaciones en el norte de Chile dejaron siete muertos
Hay 22 personas desaparecidas y unas 5.000 están aisladas. Son las peores lluvias en 80 años.
Santiago de Chile
Las inusuales y persistentes lluvias que azotan el desierto, en el
norte de Chile, provocaron siete muertos tras los múltiples aluviones
que arrastraron casas y caminos en una zona de 700 kilómetros de largo,
informaron las autoridades.
“En la mañana informamos que teníamos cuatro personas fallecidas y 22
desaparecidos. A esta hora se han encontrado tres cadáveres
adicionales”, dijo ayer el subsecretario del Interior, Madmuh Aleuy, al
entregar un último reporte oficial.
“El gobierno lamenta mucho que tengamos fallecidos en éste que ha sido
uno de los desastres más grandes de la zona norte (del país)”, dijo
Aleuy.
La presidenta Michelle Bachelet, en tanto, permanece en la zona,
coordinando la ayuda desde el interior de un regimiento en la ciudad
minera de Copiapó, accesible sólo por aire.
“Los aludes no han parado en toda la noche, estamos aislados por
tierra”, alertó en medio de la tragedia el comandante de Bomberos de la
también norteña y desierta urbe de Taltal, Manuel Palacios.
Las autoridades agregaron que 22 personas permanecen desaparecidas y
que otras 5.000 están aisladas, producto de la crecida de ríos, algunos
secos por años.
Ante ello, Google alistó un sitio especial para que las personas puedan
buscar a los desaparecidos
(http://google.org/personfinder/2015-atacama-floods).
“Es peor que un tsunami, porque el agua no para”, dijo en tanto un
hombre rescatado por un helicóptero desde el techo de su casa, como
muchos otros adultos y niños.
Ante la crisis, cientos de uniformados fueron desplegados con las
primeras luces del alba, para acudir en rescate aéreo de los lugareños
aislados, en especial en Chañaral (Antofagasta, a 167 kilómetros al
norte de Copiapó).
Las operaciones son realizadas en medio del estado de excepción
constitucional decretado para la zona por la presidenta Michelle
Bachelet.
La medida, además de facilitar el envío de recursos, permite a las
fuerzas armadas tomar el control de las ciudades, decretar toque de
queda y forzar a las personas a evacuar sus casas.
El Servicio Metereológico anunció, sin embargo, un leve descenso en la intensidad de las precipitaciones.
Las lluvias, que golpean las zonas costeras y altiplánicas, son las
peores en 80 años e inusuales en un área que suele tener sólo dos a diez
días nublados al año.
Miles de personas permanecen además en albergues, a la espera de ayuda.
Los suministros de electricidad y agua permanecen interrumpidos en
diversas urbes y poblados.
Las lluvias, complicando más la situación sanitaria, arrastraron
diversos relaves mineros, contaminando con metales el agua potable.
“Este barro contaminado con metales hay que sacarlo rápido, porque es
tóxico”, apuntó el senador por el puerto de Antofagasta, el periodista
Alejandro Guillier.
de
http://www.lmneuquen.com.ar/
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