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y reseña de la nota publicada en La Gaceta
PRIMER MENSAJE DEL AñO
“Cada uno debe contribuir para una sociedad más justa”
El Papa afirmó que la
violencia y la injusticia no nos pueden dejar indiferentes e inmóviles.
“Formamos parte de la misma familia y compartimos un destino común”.
“Cada uno de nosotros tiene que contribuir para construir una sociedad realmente justa y solidaria”, advirtió e instó a “la fraternidad” como arma para combatir las crisis económicas y las guerras.
“El hecho de que las crisis económicas se sucedan una tras otra debería llevarnos a las oportunas revisiones de los modelos de desarrollo económico y a un cambio en los estilos de vida”, subrayó y abogó para que se adopten “políticas que atenúen la desigualdad excesiva de los ingresos”. También apoyó “el desarme nuclear y químico” y cuestionó “la globalización de la indiferencia”. Tras condenar las guerras, denunció la corrupción, el crimen organizado, el narcotráfico, el “trágico” fenómeno de la trata de personas y “las guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero”.
La primera misa
Durante la homilía de la primera misa del 2014 comentó la oración que en la primera lectura Dios le sugiere a Moisés que enseñase a Aarón y a sus hijos: “Te bendiga el Señor y te custodie. El Señor haga resplandecer para ti su rostro y te haga gracia. El Señor dirija a ti su rostro y te conceda paz”.
“Son palabras de fuerza, de coraje, de esperanza -subrayó Francisco-. No es una esperanza ilusoria, basada en las frágiles promesas humanas; ni siquiera una esperanza ingenua que imagina mejor el futuro simplemente porque es futuro. Tiene su propia razón en la bendición de Dios, una bendición que contiene el augurio más grande, el augurio de la Iglesia a cada uno de nosotros, lleno de toda la protección amorosa del Señor, su providente ayuda”
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