Desde
un libro hecho a cuatro manos entre Cortázar y el dibujante Pat Andrea,
pasando por la primera historieta moderna, un diccionario de música y
magia, hasta obras como la polémica novela Sumisión de
Houellebecq o un inhallable poemario del brasileño Ferreira Gullar, en
la Feria del Libro, y luego de una arqueología librera, se encuentran
ejemplares que se destacan por únicos, bellos, raros, baratos o
descatalogados.
Mientras los adolescentes no paran de sacarse fotos por los pasillos de
la feria y el altoparlante anuncia una actividad, un mundo de libros
espera a los lectores. Por el Pabellón Azul, en el stand de la
Biblioteca Nacional, un volumen capta la atención:
Aventuras de un matrimonio sin bautizar,
la primera historieta moderna argentina, un cómic único de la cultura
de masas editado en 1916 y rescatado hace pocos meses, a 125 pesos.
También están los Libros del Bicentenario, un pequeño formato a cinco
pesos cada uno, con textos de escritores argentinos tan diversos como
Aira, Bizzio, Macedonio Fermández, Gabriela Cabezón Cámara, Girondo,
Arlt o Scalabrini Ortíz. Y entre láminas de manuscritos que se regalan
al público, emerge una curiosidad, uno de los pocos libros infantiles
escrito por la mexicana Elena Poniatowska,
La vendedora de nubes y otros cuentos, a 60 pesos.
El más despabilado se chocará sin duda con la gran maqueta de una Buenos
Aires de 1810 en el Pabellón Azul, una escenografía realizada por el
teatro del Museo Viajero que sirve para adentrarse en la vida cotidiana
entre 1810 y 1860, una mirada con anécdotas curiosas detallada en el
libro
La pequeña aldea (
Eudeba), escrita por Fabián Uccello y Raquel Prestigiacomo.
En el podio de perlas está el stand de
Waldhuter, una
distribuidora de libros de editoriales de habla hispana. Allí, los
atentos libreros nunca dejan rengo al lector y lo guían hasta en la
proeza más complicada, incluso en medio de 5.000 títulos uno puede
encontrar autores desconocidos, pero novedosos como Pierre Michon, que
escribió dos nouvelles
Mitologías de invierno y
El emperador de Occidente, recomendadas por Vila Matas.
Hay otras joyas para ver:
George Bataille y la parte del arte, con ensayos sobre los surrealistas y Picasso;
El arte del grabado antiguo
que recopila la colección Furio, las crónicas del guerra civil española
escritas por el periodista Manuel Chávez Nogales; los poemas de Mark
Strand; los cuentos completos de Leopoldo María Panero -una faceta
olvidada del poeta español-,
La historia del rock and roll en diez canciones, del crítico musical Greil Marcus y el
Diccionario de música, mitología, magia y religión, una obra sin precedentes de Ramón Andrés, agotada varios años.
Exclusivamente en la feria, está el impresionante libro de fotografías
The beautiful game, el fútbol en los 70, obra cumbre de Taschen. Y sólo en el stand de Anagrama, se puede conseguir
Sumisión,
la controvertida novela del francés Michel Houellebecq, que tanto
revuelo desató tras el atentado a la revista Charlie Hebdo y que aún no
llegó a las librerías locales.
Con un guiño a la traducción -"prioriza el sentido y no la rima, sin dejar de escuchar la música", dice Sebastián, librero de
Anagrama- está
La divina comedia (
Edhasa), traducida por Jorge Aulicino y recién salida del horno. Y en
Corregidor, aparecen reediciones únicas como los
Escritos subversivos, de Jonathan Swift y el poemario hasta ahora inhallable del eterno candidato a premio Nobel brasileño Ferreira Gullar.
Párrafo aparte merecen las joyas encontrados en Los siete logos, como los escasos volúmenes del ensayo
Política de la inmortalidad (
Katz editores) de Boris Groys, los cuentos completos de Iván Turgueniev (
Adriana Hidalgo) y una obra descatalogada,
Por favor, ¡plágienme!, de Alberto Laiseca editada en 1991 por
Beatriz Viterbo. "Sólo quedan 20", indica el librero.
Y si de ejemplares escasos se trata, en el outlet de
Galerna,
hay un pequeño lote de libros de comunicación, teoría literaria y
educación de sellos españoles Trotta y Morata, a sólo 50 pesos cada
ejemplar; al mismo precio que los volúmenes de
Historia del teatro argentino de Osvaldo Pellettieri, pionero de la investigación teatral en el país.
Mientras que en la Librería de las Luces hay casi 30 de los 400
títulos que supo tener el Centro Editor de América Latina, la colección
dirigida por Boris Spivacow.
Son los únicos que quedan, alienta José, el librero a cargo.
En Siglo XXI hay una mesa de saldos con obras de Ricoeur, Lacan y
Barthes y Eduardo Galeano y un espacio dedicado a autores marxistas y en
Colihue hay libros de la Fundación Ayacucho, de Venezuela, con títulos
de Jorge Amado, Juan Montalvo, Andrés Bello. "Vienen muchos cubanos y
mexicanos a buscarlos", explica Mauro, un vendedor.
Promediando el Pabellón Verde, en el
Fondo de Cultura Económica, hay ediciones de clásicos que vuelven como
La rama dorada, de James Frazer, una nueva edición sobre los 12 volúmenes originales,
Hombres y mujeres de la Edad Media, de Jacques Le Goff y
Economía y sociedad, de Max Weber.
Los Libros del Zorro Rojo, sello con un pie local y
otro en Barcelona y que acaba de ganar el premio a la mejor editorial en
la Feria de Bolonia, tiene un coqueto stand con libros que combinan
obras literarias fuertes con ilustraciones como
La biblioteca secreta, de Murakami o
La puñalada El tango de la vuelta,
hecha a cuatro manos entre Pat Andrea y Julio Cortázar, que desapareció
en 1979 y que esta editorial rescató con epílogo de Enrique Vila
Matas.
En
Moebius, una librería de novelas gráficas e ilustraciones, está
Mox Nox,
una obra cómica de Joan Cornellá, que hace furor en la web y, entre los
objetos bellos, aparece el disco de Sima, la banda de Isol, que lleva
en la portada una obra de Liliana Porter y cada canción tiene un librito
ilustrado por diferentes artistas; vale destacar un símil anotador con
recetas dibujadas y explicadas de Josefina Jolly que, con original
hechura, llega a la Feria.
Otro que apuesta a las obras gráficas es Estari libros donde están las
versiones originales en inglés de la obra de Neil Gaiman y los boxes con
las sagas completas de
Harry Potter,
Los juegos del Hambre y
Divergente.
Cerca, en Kier, especializada en libros esotéricos, reeditaron
volúmenes de fitoterapia de Paracelso y por sólo 30 pesos se consigue
El libro egipcio de los muertos,
una edición del papiro emblemático del 1.500 a.C., además de una
colección de libros de Biodecodificación, una ciencia que aspira a la
masividad.
Vale la pena pararse en el espacio de Chile, que este año se inclinó por
las editoriales independientes del país trasandino. Revisando, está
Poemas de Chile,
que incluye 59 poemas inéditos de Gabriela Mistral, rescatados en 2006;
la novela gráfica "Al sur de la Alameda", sobre los movimientos
estudiantiles y
Poemas para niños, un desgarrador homenaje a los pequeños desaparecidos en dictadura.
Con un sesgo más filosófico, en el stand
Todo libro es político, que nuclea a editoriales independientes, se pueden encontrar obras del postfeminismo ausentes por casi veinte años como
Teoría King Kong (
Hekht libros) de Virginie Despentes, la diva destroy punk de las letras francesas, o
Sobre árboles y Madres (
La cebra) de Patricio Marchant, un inquietante libro del ámbito de la filosofía en Latinoamérica, publicado en 1984.
Libros gastronómicos con una coqueta bolsa o las recetas de brujas en el stand de
Océano; los
101 cuentos más bellos de Europa y los
50 secretos mágicos para pintar, escrito por Dalí, concentrados en Losada o las decenas de versiones que abundan en la feria de
Las mil y una noches, como correlato del éxito de la telenovela, son algunas de las tantas curiosidades que se suman a esta edición.