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RIVADAVIA
Alumnos de la Escuela Braille hicieron ejercicios con el bastón
blanco en el camping de Rivadavia. Subieron una escalera al pie del
cerro y avanzaron sobre ripio y césped.
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16/10/2014 EN RIVADAVIA
Desafiaron la altura para dominar el bastón blanco
Fueron los chicos de la escuela Braille que pasaron el día en un camping de Rivadavia. Por Fabiana Juárez - Diario De Cuyo
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Desafiaron la altura para dominar el bastón blanco
CUESTA ARRIBA. A todos les costó subir la escalera del camping de Rivadavia que conduce a la imagen de Nuestra Señora del Líbano. Llegaron agotados a la cima.
’El bastón es su mejor amigo y deben aprender a interpretar lo que les dice’, dijo la profesora antes de comenzar el corto paseo que se transformó en una de las pruebas más difíciles de superar para los chicos ciegos: subir una escalera al pie del cerro. Ayer, unos 25 alumnos de la escuela Luis Braille estuvieron en el camping de Rivadavia para conmemorar el Día Internacional del Bastón Blanco. Con juegos y paseos aprendieron a dominar este elemento. Las actividades estuvieron a cargo de los integrantes del Club Puertas Abiertas y de la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Capital.
En esta ocasión, los profesores eligieron el camping de Rivadavia para que los chicos usaran los bastones en terreno enripiado y con césped, además de compartir un día de picnic.
Mili fue una de la más entusiasmadas en subir la escalera para llegar hasta donde está la imagen gigante de la Nuestra Señora del Líbano. Pero se abatató cuando le dijeron que tenía que tratar de subir sola. La profesora le dijo que se acordara de los consejos básicos. Entonces la nena comenzó a repetir en voz baja: ’bastón siempre apoyado en el suelo y explorar moviéndolo de izquierda a derecha y de derecha izquierda’, para luego comenzar a subir lentamente. ’Orientación y movilidad es un contenido que desarrollamos en clase para que los chicos adquieran independencia con el uso del bastón blanco. Organizamos actividades extras para hacerlos practicar’, dijo Eliana Jiménez, maestra de la escuela Braille.
La segunda alternativa de entrenamiento fue más divertida para los chicos. Se trató de una carrera con puntería. Se colocaron un casco sobre el cual había pegado una pequeña maceta con una pelota en su interior. Debían correr en línea recta con sus bastones hasta llegar a un canasto donde depositar la pelota. Tamara y Mili fueron las primeras en probar suerte. Al principio les costó avanzar porque el bastón se les enterraba en la tierra húmeda. Fue hasta que se dieron cuenta que debían apoyarlo suavemente sobre el suelo para poderlo deslizar sin inconvenientes.
Las actividades recreativas para el entrenamiento duraron hasta pasado el mediodía, momento en que los chicos pararon para comer los choripanes del almuerzo. ’Hay que reponer energía’ grito uno de los chicos ante el aplauso de los demás.
Otra que recibió la ovación de sus compañeros fue Mili, que cantó ’El mundo’, de Sergio Dalma, para amenizar la espera de la comida.
Tras el almuerzo, los chicos retomaron la capacitación.
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