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domingo, 16 de febrero de 2014

Argentina: crece la tendencia de afianzar la amistad tras la ruptura de la pareja



Enlace y reseña de la nota publicada en Clarín

Cada vez más ex parejas logran afianzar la amistad tras la separación

Por Mariana Israel

Según los especialistas, es un signo de “buena salud mental” y depende de la madurez de los involucrados.

16/02/14
El amor después del amor, tal vez se parezca a ese rayo de sol de Fito Páez, capaz de echar luz sobre la tormenta. Terminar una relación casi siempre es traumático, pero cada vez más parejas optan por salvar el afecto. Así, después del duelo natural de la ruptura, puede venir la aceptación y un cariño renovado. A veces, una amistad.
La discusión es eterna: ¿se puede ser amigo de un ex? ¿es viable y sano llevarse bien? Una encuesta a hombres y mujeres de entre 18 y 70 años –exclusiva para Clarín –, elaborada por el Programa de Opinión Pública de la Universidad Abierta Interamericana, reveló que para el 54,3% de las personas es posible mantener una amistad después de la ruptura. De hecho, el 45,4% de los encuestados conserva una relación amistosa o cordial con una pareja pasada y el 56% conoce a alguien que es amigo de su ex.
Para los expertos, es muy positivo que una pareja “termine bien”. “Se dice que en la necesidad se conoce la amistad, y cuando una pareja se divorcia y consigue un vínculo de unión amistosa después del proceso doloroso, se habrá ganado el mayor premio de la vida”, opina la licenciada Any Krieger, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
La amistad después del amor es un indicio de salud mental “óptima”, según la especialista. Lo contrario –y lo frecuente, por desgracia–, es estancarse en el odio: “No poder salirse de él implica un duelo fallido y la imposibilidad de reconstruir una nueva vida sentimental, ya que las personas en su rencor quedan fijadas a sus ex”, señala Krieger.
María Cornú Labat, abogada especialista en mediación de familia, afirma que “se ven muchas parejas que se separan de manera civilizada”. Opina que es, a la vez, un signo de que algo está pasando: “Se llega al matrimonio de manera más light , con individualismo y menos tolerancia. Esto se evidencia en separaciones light”.
El doctor Osvaldo Ortemberg, abogado de familia, coincide que los divorcios son menos polémicos que antes. “Vemos parejas que se separan en buenos términos. Son las que no vuelven. Pero aún no son la mayoría”, detalla.
Parecería lógico: si uno eligió al otro, si llegó a amarlo, ¿por qué es tan increíble concebir que el cariño sobreviva? “El haberse conocido íntimamente, el haber pasado una etapa juntos de la vida, a veces es un estímulo no para el rencor y la rabia, sino para el afecto y la gratitud por lo vivido”, destaca el psicólogo Miguel Espeche.
Los más beneficiados de esta ecuación suelen ser los hijos, víctimas involuntarias de las decisiones de sus padres. “Hay muchos casos de amistad de quienes han sido pareja y, en muchas ocasiones, ese afecto y respeto ayuda mucho, sobre todo, cuando hay hijos en común”, afirma Espeche.
El contexto colabora. Hoy, las familias ensambladas se aceptan: los tuyos, los míos, los nuestros, tu ex y el mío. “Con las nuevas configuraciones familiares, hay una tendencia a aceptar el amor después del amor”, enfatiza Krieger.
La tecnología es otro facilitador. No hay excusas para no seguir conectados de alguna manera.
Distinta es la opinión de la psicóloga Flabia Vit, especialista en terapia de pareja y sexualidad. Sostiene que una relación “amistosa” entre los ex no debe confundirse con una amistad “real”: “Una pareja podrá llevarse bien, si se separó en términos de respeto en homenaje a lo vivido juntos, pero la amistad encierra otro tipo de vínculo, donde priman intereses sociales, laborales o históricos”. Sí coincide con sus colegas en los beneficios de lograr una relación respetuosa o amigable, sobre todo si hay hijos: “Mantener una relación positiva con la ex pareja es sanear enojos y aceptar que algo terminó. Poder soltar no sólo al otro, sino a la ilusión de lo que no pudo ser, es indicador de salud psicológica”.
Tal vez, la amistad sea un poco como el flechazo: se consigue en parte porque “se da” y en parte por decisión. “Depende de un acuerdo entre ambos. Cada caso está sujeto a la madurez de los involucrados”, opina Krieger. Eso sí: aclara que la condición para ser amigo de un ex es que la “corriente erótica” quede sepultada por la “corriente tierna”. Nada de “amigos con beneficios”; esa es otra cuestión.
Para Espeche, la clave está en “soltar las expectativas que al no cumplirse hicieron que la pareja cayera”. Enfrentar la pena o el enojo de la ruptura con diálogo y comprensión será esencial para forjar el nuevo vínculo amigable, según Vit. Será que al amor después del amor hay que encontrarlo, como dice el clásico de Fito, “en la esencia de las almas, en la ausencia del dolor”.

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