Sábado a la noche. Nos reunimos
en casa. Ahora, en estos momentos, vemos TVR y uno de los bloques trae un informe sobre María Eugenia
Ritó. En su estilo, editan distintos tramos de reportajes de TV a María Eugenia y escenas de Mujer
Bonita - Pretty Woman, cinta de culto, con Richard Gere y
Julia Roberts, dirigida Garry Marshall-, con música de Leonardo Favio, cantada
por él.
Hay un antes y un después de Todo
por hacer, el programa de Jorge Lafauci, del domingo pasado, que en uno
de sus bloques la entrevistó telefónicamente. En ese lapso, Jorge (Lafauci) dio
lugar a la humanidad de María Eugenia, la
escuchó, le respondió, se conmovió con ella y el resultado, dio otro rumbo al escenario en los medios de comunicación (en este blog María Eugenia Ritó habló con Jorge Lafauci en Todo por hacer).
Lo que sigue, es una derivación
independiente, sobre un aspecto parcial -ninguna interpretación de la situación-, está
destinado al público que lee estas líneas.
Si preguntas, es común la
crítica al psicoanálisis, por eso de andar revolviendo traumas, incluso entre
profesionales. En la bibliografía freudiana no hay ni media palabra, más allá de
los ejemplos. Las hipótesis sobre observaciones se articulan en la teoría de la
seducción. La observación es que, en un primer momento, es un juego inocente,
si no participas –sin onda, sin cancha, con
aburrimiento y soledad-, quedas fuera del colectivo . Después de participar, en un segundo momento, pasas a
ser repentinamente culpable. Con semejante estafa, pasarás buena parte del
resto de tu vida tratando de entenderlo y superarlo. Ánimo, hay una salida:
hablar con el interlocutor válido.
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