Escribí estas líneas en DESAFIO DE BIENESTAR Viviendo mas allá del stress, agradeciendo el entusiasmo y las ganas de vivir que avivaba en mí lectura de la obra de Erich María Remarque.
EPÍLOGO
Personalmente creo en los libros de autoayuda. Más
aún, para mí cualquier libro es de autoayuda.
En su novela Sin novedad en el frente, publicada en 1929,
Erich María Remarque da testimonio, bajo la forma de
anécdotas, de situaciones que se vivieron en la Primera
Guerra Mundial.
Siendo un poderoso alegato antibélico, se filmaron varias
versiones. La de 1930 pertenece a la antología del cine.
Cuando en el hospital advertían que un soldado estaba
próximo a su muerte, lo retiraban a la sala de cuidados
especiales. Días después moría y sus compañeros de sala lo
advertían porque retiraban sus pertenencias.
En la anécdota con la que Remarque ilustra esta
situación, la monja que actuaba de enfermera, estresada
entendamos con las palabras de hoy, tanto como para perder
la lucidez de tal manera, mientras lo lleva a la sala de
cuidados especiales, trata de ahorrarse un viaje próximo y
pone la chaqueta de nuestro hombre sobre la camilla.
Él advierte lo desahuciado que lo han declarado y dice a
voz en cuello:
- ¡Volveré, compañeros!
Un tiempo después, mejorado, retorna a esa misma sala.
De ahí aprendí a aprovechar lo negativo, los desaciertos,
los errores, con tal de salir adelante. Para sanar lo mío
aprendí a desprenderme de miedos, prejuicios, recelos,
ausencias, comodidades, desahogos, desconciertos,
desorientaciones, confusiones, deserciones, angustias, caos,
obcecaciones, turbaciones, fallas, desasosiego, dudas,
alteraciones, compromisos desvirtuados, ya sean míos o de
terceros, todos ajenos a mi deseo de sanar, de felicidad y
bienestar.
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