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Aluvión de ayuda para el joven que tuvo que dejar la escuela
Tras una nota de Clarín, ayer volvió a claseFabián Ramos ganó una feria de ciencias pero abandonó porque no tenía ni para zapatillas.
- Ernesto Azarkevich
Fabián Ramos, el estudiante mbyá que con un
enorme sacrificio y esfuerzo logro la medalla de oro en la Feria
Nacional de Ciencias el año pasado con una investigación sobre el uso
medicinal de plantas, volvió ayer al colegio. Lo había abandonado porque
no tenía zapatillas para ponerse. Tras la publicación del caso ayer en Clarín,
más de 40 personas e instituciones se contactaron con el diario para
enviar ayuda a su aldea, Tekoá Arandú, Pozo Azul, en la zona norte de
Misiones.
Marcelo Ragotín, el director del Centro Educativo Polimodal (CEP) 40, donde quince mbyá cursan la secundaria, llegó ayer hasta la aldea y prometió conseguir calzados para Fabián, además de facilitarles carpetas para que recupere los días de clase perdidos. También dijo que los docentes se harán cargo del costo de las fotocopias. El Gobierno provincial, en tanto, se llamó a silencio y no informó cuándo comenzará a pagar las becas de 2.000 pesos anuales destinadas a los alumnos de pueblos originarios.
“No tengo calzado ni ropa de abrigo. En ojotas no puedo ir caminando en el barro hasta la escuela. No tengo plata para los útiles ni las hojas de carpeta”, se había lamentado el joven.
La solidaridad de los lectores no tardó en aflorar. En apenas cuatro horas, Clarín recibió más de 40 mails de instituciones y personas que querían saber la forma de contactarse con Fabián o con la aldea para hacer llegar su ayuda. El cordobés Nicolás Santa, por ejemplo, se mostró indignado con la situación del joven mbyá y propuso apadrinarlo “para que no solo complete sus estudios secundarios, si no también apoyarlo para que siga en la universidad”.
Por su parte, la Fundación de Salud Ayurveda Prema decidió “otorgarle una beca para que pueda completar sus estudios”, lo cual implica costear gastos de útiles, pasajes y vestimenta. Además, le enviaron a los estudiantes “felicitaciones por la tarea realizada con las plantas medicinales, que es una forma de mantener vivo el tesoro que nos regala la naturaleza”.
Diego Silva escribió una de los mails más emotivos. Lo hizo en nombre de su padre, “Kike”, que asegura haber vivido una experiencia similar en su Corrientes natal. La nota movilizó sus recuerdos y ofreció su ayuda para que los sueños de Fabián no queden truncos.
Junto a su compañero Reinaldo Benítez (también iba a abandonar el colegio), Fabián Ramos hizo una magnífica investigación sobre la utilización medicinal que el pueblo mbyá realiza de las plantas de la selva y la necesidad de su conservación y revalorización. El trabajo les permitió recibir una medalla de oro a fines del año pasado en una feria en Mendoza. Gracias al premio, viajaron en abril para representar al país en la Feria Internacional de Ciencias que se realizó en Colombia.
Marcelo Ragotín, el director del Centro Educativo Polimodal (CEP) 40, donde quince mbyá cursan la secundaria, llegó ayer hasta la aldea y prometió conseguir calzados para Fabián, además de facilitarles carpetas para que recupere los días de clase perdidos. También dijo que los docentes se harán cargo del costo de las fotocopias. El Gobierno provincial, en tanto, se llamó a silencio y no informó cuándo comenzará a pagar las becas de 2.000 pesos anuales destinadas a los alumnos de pueblos originarios.
“No tengo calzado ni ropa de abrigo. En ojotas no puedo ir caminando en el barro hasta la escuela. No tengo plata para los útiles ni las hojas de carpeta”, se había lamentado el joven.
La solidaridad de los lectores no tardó en aflorar. En apenas cuatro horas, Clarín recibió más de 40 mails de instituciones y personas que querían saber la forma de contactarse con Fabián o con la aldea para hacer llegar su ayuda. El cordobés Nicolás Santa, por ejemplo, se mostró indignado con la situación del joven mbyá y propuso apadrinarlo “para que no solo complete sus estudios secundarios, si no también apoyarlo para que siga en la universidad”.
Por su parte, la Fundación de Salud Ayurveda Prema decidió “otorgarle una beca para que pueda completar sus estudios”, lo cual implica costear gastos de útiles, pasajes y vestimenta. Además, le enviaron a los estudiantes “felicitaciones por la tarea realizada con las plantas medicinales, que es una forma de mantener vivo el tesoro que nos regala la naturaleza”.
Diego Silva escribió una de los mails más emotivos. Lo hizo en nombre de su padre, “Kike”, que asegura haber vivido una experiencia similar en su Corrientes natal. La nota movilizó sus recuerdos y ofreció su ayuda para que los sueños de Fabián no queden truncos.
Junto a su compañero Reinaldo Benítez (también iba a abandonar el colegio), Fabián Ramos hizo una magnífica investigación sobre la utilización medicinal que el pueblo mbyá realiza de las plantas de la selva y la necesidad de su conservación y revalorización. El trabajo les permitió recibir una medalla de oro a fines del año pasado en una feria en Mendoza. Gracias al premio, viajaron en abril para representar al país en la Feria Internacional de Ciencias que se realizó en Colombia.
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