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Mundial de tango: Triunfo con tonada tucumana
Un bailarín que pasó de Los Guchea al Luna Park y de allí, al mundo.
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ENTRELAZADOS. Acosta y González Cattáneo posan con la estatuilla,
que representa a dos bailarines. la gaceta / foto de alicia fernandez
(enviada especial)
“Una locura. Tengo ganas de llorar, salir y gritar bajo la lluvia ¡Y de hablar con mi familia!”, afirma Sebastián Acosta, y por su cabeza pasan recuerdos y sueños cumplidos. Junto a su pareja de baile, Lorena González Cattáneo, de Uruguay, tratan de contener la emoción en los camarines del Luna Park, pero no lo logran.
Un rato antes, Fernando Bravo gritó fuerte sus nombres al anunciar a los campeones mundiales 2014 en la final de la categoría Tango Pista, el lunes a la noche, y estallaron los aplausos. Cómo contener tanta alegría si fueron elegidos en una final en la que compitieron 41 parejas finalistas, de un total de 1.600 en las pruebas preliminares en sedes del mundo, de Hong Kong a Medellín.
“En la pista, cuando empezó a sonar un tango de Osvaldo Fresedo, pensé: ‘este es para el tío Cacho’; la abracé a ella y bailamos como si fuera la última vez”, confiesa Acosta.
González Cattaneo recuerda el comienzo como pareja en el escenario. “Su compañera de baile se puso de novia con el mío y entonces dijimos: probemos. Desde entonces ensayamos muchas horas por día para llegar acá. Lo soñamos muchas veces y ahora no lo podemos creer”, confirsa.
El inicio con MaidánEl triunfador bailarín tucumano recorrió un largo camino desde el sur de la provincia. “Empecé a tomar clases de tango hace cuatro años con Julio Maidán, en la Sociedad Francesa de Concepción. Ahí me llevó una novia, que después me dejó. Me gustó tanto que empecé a conocer orquestas, letras y música -recuerda-. Tengo 24 años, soy de Los Guchea, y hace un año y medio me vine a Buenos Aires. Antes trabajaba con mi familia en la caña de azúcar desde que terminé el terciario. Hacía de todo en servicios de caña de cosecha. Mis amigos me alentaron a que viniera a Buenos Aires y de un día para el otro armé el bolso y me vine”.
Acosta define el tango como una cuestión de emoción que se baila y se siente de a dos. “Dos que se convierten en uno como en ninguna otra danza; creo que todo el mundo busca eso, estar unidos”, asegura.
“Hace unos meses estaba a punto de volverme a Tucumán por falta de trabajo, y mi compañera en escena me convenció de que me quedara –cuenta-. Para vivir, bailaba a la gorra en Caminito y trabajaba en una empresa de ascensores, y ahora, con esto, yo qué sé…”.
Pronto lo sabrá. El premio que ganaron es de $ 40.000 y dos pasajes a Europa por Air France, aparte de ropa y de calzado para baile. Pero lo más importante son los contratos y las ofertas que recibirán para actuar en el país y en el exterior; entre ellas, ya hay una confirmada en Japón, aún sin fecha.
TESTIMONIOS DESDE LA PISTA
- APELLIDOS IMPRONUNCIABLES.- “Ekaterina era mi alumna, luego mi partner y ahora es mi esposa y madre de mis dos hijos. Estudiamos tango en Rusia, en Europa y en Buenos Aires. Es mi quinto Mundial y el tercero de ella”. Andrei fue finalista junto a Ekaterina, y llegaron desde San Petersburgo.
- LENGUAJE.- “Para mí el tango es un lenguaje que te permite expresarte, por eso me gusta tanto”, define Raymond Cheng, que conduce una compañía de tango en Hong Kong. Su compañera de baile y esposa, Lily Cheng, cuenta que cambió la arquitectura por esta música hace tres años.
- DE VENEZUELA.- Jenny Gil y Frank Obregón son de Caracas y viven en Buenos Aires desde hace ocho años. “Damos clases particulares en tres lugares: Luna Llena, Salón Canning y en Berretín. Somos campeones metropolitanos y representamos a la ciudad de Buenos Aires”, cuenta él.
- SUBCAMPEONES.- “Nos sentimos muy felices como subcampeones”, dice Alexandra Yepes. “Es un premio al trabajo. Volvemos a Bogotá (Colombia) contentos de haberla representado bien”, agrega Edwin Espinosa, su pareja de baile. Hasta el quinto puesto, las parejas premiadas recibieron diplomas de reconocimiento, vestuarios y calzado para seguir bailando el mejor tango. Concursaron 574 parejas de 37 países, y a las distintas fechas del mundial concurrieron en total más de 600.000 personas.
Un rato antes, Fernando Bravo gritó fuerte sus nombres al anunciar a los campeones mundiales 2014 en la final de la categoría Tango Pista, el lunes a la noche, y estallaron los aplausos. Cómo contener tanta alegría si fueron elegidos en una final en la que compitieron 41 parejas finalistas, de un total de 1.600 en las pruebas preliminares en sedes del mundo, de Hong Kong a Medellín.
“En la pista, cuando empezó a sonar un tango de Osvaldo Fresedo, pensé: ‘este es para el tío Cacho’; la abracé a ella y bailamos como si fuera la última vez”, confiesa Acosta.
González Cattaneo recuerda el comienzo como pareja en el escenario. “Su compañera de baile se puso de novia con el mío y entonces dijimos: probemos. Desde entonces ensayamos muchas horas por día para llegar acá. Lo soñamos muchas veces y ahora no lo podemos creer”, confirsa.
El inicio con MaidánEl triunfador bailarín tucumano recorrió un largo camino desde el sur de la provincia. “Empecé a tomar clases de tango hace cuatro años con Julio Maidán, en la Sociedad Francesa de Concepción. Ahí me llevó una novia, que después me dejó. Me gustó tanto que empecé a conocer orquestas, letras y música -recuerda-. Tengo 24 años, soy de Los Guchea, y hace un año y medio me vine a Buenos Aires. Antes trabajaba con mi familia en la caña de azúcar desde que terminé el terciario. Hacía de todo en servicios de caña de cosecha. Mis amigos me alentaron a que viniera a Buenos Aires y de un día para el otro armé el bolso y me vine”.
Acosta define el tango como una cuestión de emoción que se baila y se siente de a dos. “Dos que se convierten en uno como en ninguna otra danza; creo que todo el mundo busca eso, estar unidos”, asegura.
“Hace unos meses estaba a punto de volverme a Tucumán por falta de trabajo, y mi compañera en escena me convenció de que me quedara –cuenta-. Para vivir, bailaba a la gorra en Caminito y trabajaba en una empresa de ascensores, y ahora, con esto, yo qué sé…”.
Pronto lo sabrá. El premio que ganaron es de $ 40.000 y dos pasajes a Europa por Air France, aparte de ropa y de calzado para baile. Pero lo más importante son los contratos y las ofertas que recibirán para actuar en el país y en el exterior; entre ellas, ya hay una confirmada en Japón, aún sin fecha.
TESTIMONIOS DESDE LA PISTA
- APELLIDOS IMPRONUNCIABLES.- “Ekaterina era mi alumna, luego mi partner y ahora es mi esposa y madre de mis dos hijos. Estudiamos tango en Rusia, en Europa y en Buenos Aires. Es mi quinto Mundial y el tercero de ella”. Andrei fue finalista junto a Ekaterina, y llegaron desde San Petersburgo.
- LENGUAJE.- “Para mí el tango es un lenguaje que te permite expresarte, por eso me gusta tanto”, define Raymond Cheng, que conduce una compañía de tango en Hong Kong. Su compañera de baile y esposa, Lily Cheng, cuenta que cambió la arquitectura por esta música hace tres años.
- DE VENEZUELA.- Jenny Gil y Frank Obregón son de Caracas y viven en Buenos Aires desde hace ocho años. “Damos clases particulares en tres lugares: Luna Llena, Salón Canning y en Berretín. Somos campeones metropolitanos y representamos a la ciudad de Buenos Aires”, cuenta él.
- SUBCAMPEONES.- “Nos sentimos muy felices como subcampeones”, dice Alexandra Yepes. “Es un premio al trabajo. Volvemos a Bogotá (Colombia) contentos de haberla representado bien”, agrega Edwin Espinosa, su pareja de baile. Hasta el quinto puesto, las parejas premiadas recibieron diplomas de reconocimiento, vestuarios y calzado para seguir bailando el mejor tango. Concursaron 574 parejas de 37 países, y a las distintas fechas del mundial concurrieron en total más de 600.000 personas.
Cierre en el Luna Park
En un Luna Park colmado, acostumbrado a los aplausos fervorosos, gritos y silbidos de los fans que hicieron olvidar la lluvia gélida de afuera, se disputó el lunes la final del Mundial de Tango 2014, en categoría Pista; mientras que anoche (al cierre de esta edición) se hacía lo mismo en la categoría Escenario, con lo que concluyó el festival internacional. La otra estrella de la noche fue Sandra Mihanovich, con un potente tributo a Eladia Blázquez.
En un Luna Park colmado, acostumbrado a los aplausos fervorosos, gritos y silbidos de los fans que hicieron olvidar la lluvia gélida de afuera, se disputó el lunes la final del Mundial de Tango 2014, en categoría Pista; mientras que anoche (al cierre de esta edición) se hacía lo mismo en la categoría Escenario, con lo que concluyó el festival internacional. La otra estrella de la noche fue Sandra Mihanovich, con un potente tributo a Eladia Blázquez.
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