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Con el objetivo de hacer del mundial un lugar de encuentro
entre las naciones, el Mundial Educativo lanzado por Scholas viajó a San
Pablo para participar de la final del Mundial de Fútbol Callejero Brasil 2014, donde se plantó el olivo de la Paz del Papa Francisco.
En esta final de Brasil, los directores mundiales de Scholas,
José María del Corral y Enrique Palmeyro, leyeron el mensaje que el
Papa Francisco envió para la final del mundial de futbol callejero ante
cientos de jóvenes que representaron a más de 24 países del mundo. Los
jóvenes que participaron de este certamen plantaron el Olivo de la paz,
tal como lo hiciera el Papa Francisco, en la Plaza de la República, una
de las zonas más emblemáticas de San Pablo. El olivo plantado será luego
trasladado a una favela de Brasil como símbolo de la paz.
Mundial de fútbol callejero
El director de Scholas, José María del Corral, manifestó que el olivo
recorre el mundo entero, por pedido del Papa Francisco y para trabajar
por la paz. En este Mundial Educativo, la ruta del
olivo ya participaron más de 6.000 alumnos de escuelas primarias de la
Argentina y numerosos niños y jóvenes en el resto del mundo.
El Mundial Educativo finalizará el 1 de septiembre en el estadio Olímpico de Roma con la realización del primer partido interreligiosos por la Paz.
El Mensaje del Papa Francisco
Queridos amigos,
Es una alegría poder acompañarlos en este momento, en un encuentro que
promueve la integración, el intercambio y el respeto por nuestros niños y
jóvenes.
En el mundo de hoy hay tantos ejemplos en los que prevalece la
violencia, el odio, y la guerra. Lograr un mundo fraterno y en paz
depende de cada uno de nosotros. Sólo así podremos superar la exclusión
de quienes menos tienen, superar la pobreza y el hambre.
Esta final del Mundial de Fútbol Callejero es un ejemplo de
construcción de la cultura del encuentro y nos muestra que, cuando
queremos y nos proponemos alcanzar algo diferente, podemos. Nuestra
fuerza y empeño pueden lograr grandes cosas. Y podemos lograrlo, en
otras cosas, haciendo lio de verdad, con la pasión y sana recreación que
genera el fútbol.
Los animo, queridos jóvenes, a que sigan jugando en cada barrio, en
cada ciudad, con los criterios educativos que supieron aprender, donde
los equipos establecen las reglas de juego de manera consensuada y
donde, sin árbitro, todos los jugadores dialogan sobre el desarrollo del
juego para acordar quien es el ganador.
Como parte de la red de Scholas multipliquen esta experiencia y
lleguen a niños y jóvenes en situación de encierro, de pobreza, de
abandono y explotación. En fin a todos y a cada uno, para lograr la
verdadera inclusión y transformar el mundo en una sociedad armónicamente
integrada y en paz.
Queridos amigos, les aseguro mi oración. Que el Señor los bendiga a
ustedes, los organizadores, y sus familias y les pido, por favor, que
recen por mi.
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