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domingo, 21 de septiembre de 2014

Tributo nacional: El Consudec otorgó la Distinción Divino Maestro 2014 a Elisa Ángeles Domínguez Harfuch



TODA UNA VIDA
 


de
larepublica.com.ar
de Corrientes



Sociedad   |   [19/09/2014]
Premio consudec
El reconocimiento será otorgado a Elisa Domínguez Harfuch, por su compromiso con la educación y la formación de niños y jóvenes.
El Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) otorgará hoy, la Distinción Divino Maestro 2014 a la fundadora del Colegio Roubineau, Elisa Ángeles Domínguez Harfuch, “en reconocimiento y gratitud por su trayectoria y vocación educativa al servicio de la educación católica”.
Se trata de la 38ª edición de esta celebración que tendrá lugar bajo el lema “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Domínguez fue postulada para la mención por las autoridades de la comunidad educativa que fundó (Jardín El Patito Feo, Colegio del Sagrado Corazón e Instituto Monseñor Roubineau) y por el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovik, en virtud de su impulso educador con la bandera de la iglesia.
La distinción tendrá lugar en el marco de celebraciones programadas por el 40º aniversario del Instituto Roubineau, cuyos festejos centrales se realizarán el martes 23 de septiembre.
Los integrantes de esa gran familia cuentan que Elisa dejó su rastro en la vida de cada una de las personas que integraron o integran esta gran comunidad educativa, no solo por haber sido su creadora, sino por tratarse de un ser intenso, progresista, que con su ímpetu arrasador todo lo moviliza.
De una profunda fe cristiana, ella es dueña de un espíritu incansable, bravo, que nunca se detuvo en la búsqueda de la formación integral de los niños y los jóvenes para que se conviertan luego en hombres de fortaleza espiritual e intelectual; responsable y comprometida con el bien social. Esa fue su meta y con sobrados méritos, la alcanzó.
Destinó su vida a conducir las almas de sus estudiantes por el sendero de la virtud a través de la oración y la práctica de la piedad, sin descuidar la formación curricular, con ideas innovadoras que sobrepasaban los límites de lo convencional para apostar siempre a más, a una educación íntegra y de calidad.
En 1967, con la ayuda de monseñor Ramón Roubineau, fundó el jardín de infantes El Patito Feo.
Al año siguiente, para dar continuidad a los chicos que terminaban el ciclo inicial, fundó el Colegio del Sagrado Corazón, y cinco años más tarde, en 1974, cuando la primera promoción terminaba, inauguró el Instituto Monseñor Roubineau, donde los “patitos” podrían continuar con la formación en el nivel secundario. Así dio vida a la que hoy es la comunidad educativa más grande del Arzobispado de Corrientes, con más de 2.300 alumnos en los tres niveles.
Con el lanzamiento de la escuela primaria, en 1968, fundó un centro catequístico en la parroquia del Sagrado Corazón, lugar desde el que se creó el jardín y luego el colegio.

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