A partir de un comentario radial sobre la estatua ecuestre
del Padre de la Patria en Quilmes, he presentado una serie de posts.
Tema caro a los quilmeños, hoy sólo se ve el monumento en la
plaza San Martín. La rodean la catedral, la escuela municipal de arte –antaño sede
municipal-, con sus escaleras de mármol y su auditorio de escenario elevado y
butacas de pana roja, uno de los edificios tiene una placa, recordando la
estancia del Comercial de Quilmes en ese lugar, y la panadería El Indio. El
Conservatorio Williams, señero en Quilmes, no existe y tampoco el edificio que
lo albergaba.
Hoy, en este aquí y ahora, sus memorias recordadas o no, están
presentes. Traerlas a la atención trae cambios, uno de ellos, fundamental para el futuro:
la vida bulle en los recuerdos, lo que decidamos hacer con ellos para continuar el propio camino,
es nuestra tarea para un futuro mejor.
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